Los rumanos sienten orgullo de su pasado latino, del cual toman el nombre Romania. Su historia está teñida de sangre, ya que sufrieron las invasiones turcas en el siglo XV, en las que jugó un papel importantísimo su héroe nacional Vlad Tepes, conocido como Vlad el Empalador, y cuya estrategia para amedrentar al enemigo consistente en empalar a los prisioneros, fue la inspiración para la novela del irlandés Bram Stoker “Drácula”.
Los viajes a Rumania constituyen un destino vacacional inmejorable, debido a las riquezas culturales, la hospitalidad de su gente y la naturaleza generosa.
Una de las regiones más visitadas es Transilvania, con sus castillos y la campiña, sin olvidar las leyendas sobre el temido Vlad. También ofrece sus festivales populares, con esculturas de madera y objetos de cerámica.
Entre las atracciones que podemos elegir esquiar en las montañas, o tomar sol en la costa del Mar Negro, que se parece mucho a la mediterránea, sus valles con cursos de aguas cristalinas, o las riveras del Danubio, en cuyo delta pueden apreciarse diversas especies de aves en peligro de extinción.
Encaramado sobre una alta roca y rodeado de un aura de misterio y leyenda, el Castillo de Bran debe su fama a la imaginación de Bram Stocker, que lo designó como hogar del mítico Drácula.
Si bien el escritor se inspiró en la vida de Vlad Tepes para crear el personaje y su castillo, la verdad es que ni Vlad ni Drácula jamás vivieron aquí.
En la actualidad el mito continúa y atrae a visitantes de todo el mundo que desean continuar la leyenda del Conde Drácula. El castillo en realidad alberga un museo donde se exhiben piezas de arte y muebles de la reina María de Rumania.
Los viajes a Rumania constituyen un destino vacacional inmejorable, debido a las riquezas culturales, la hospitalidad de su gente y la naturaleza generosa.
Una de las regiones más visitadas es Transilvania, con sus castillos y la campiña, sin olvidar las leyendas sobre el temido Vlad. También ofrece sus festivales populares, con esculturas de madera y objetos de cerámica.
Entre las atracciones que podemos elegir esquiar en las montañas, o tomar sol en la costa del Mar Negro, que se parece mucho a la mediterránea, sus valles con cursos de aguas cristalinas, o las riveras del Danubio, en cuyo delta pueden apreciarse diversas especies de aves en peligro de extinción.
La historia de los vampiros en Transilvania
Encaramado sobre una alta roca y rodeado de un aura de misterio y leyenda, el Castillo de Bran debe su fama a la imaginación de Bram Stocker, que lo designó como hogar del mítico Drácula.
Si bien el escritor se inspiró en la vida de Vlad Tepes para crear el personaje y su castillo, la verdad es que ni Vlad ni Drácula jamás vivieron aquí.
En la actualidad el mito continúa y atrae a visitantes de todo el mundo que desean continuar la leyenda del Conde Drácula. El castillo en realidad alberga un museo donde se exhiben piezas de arte y muebles de la reina María de Rumania.
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