Cada uno puede juzgar si esto es un error o no, pero lo cierto es que dejar de lado una leyenda que le da en cierto modo vida a Rumanía, es casi un error por parte de la ministra. No se debe dejar atrás todo un símbolo mundial ya que esto puede hacer que pierda turistas. A los turcos no les hará gracia hablar de este personaje real porque no trató bien al pueblo otomano, pero el resto de los turistas lo ven como una figura muy enigmática.
Según la ministra, Rumanía tiene otras cosas que pueden ser promovidas como marca, por lo que ya puede empezar a enumerar alguna que sea más conocida que Drácula, porque será muy complicado y haga lo que haga, Drácula no podrá nunca alejarse de tierras rumanas, que por supuesto también tienen otros atractivos adicionales.
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