La región de Maramures ha atraído desde siempre a los visitantes por su excepcional cuadro natural y por sus habitantes, los cuáles han sabido conservar inalterables todas las tradicciones rumanas, el canto, las danzas, las costrumbres populares y la arquitectura de las casas y de las iglesias de madera.
Para la segunda parte del camino, en Maramures, seremos huéspedes de la señora Irina Petreus, en la localidad de Botiza. Seguramente no encontrarán en ninguna casa de Maramures tantas flores como en el hogar de Irina. A petición y a cualquier hora, se puede improvisar un espectáculo de música folclórica, aquí toda la aldea sabe cantar y bailar. En caso de no tener sueño pueden dar un paseo por la noche por las destilerías de la aldea, con la condición de no "jugar" en exceso con la palinca -alcohol de ciruelas, de unos 50 grados-
Niciun comentariu:
Trimiteți un comentariu