Rumania tiene un capital natural muy diverso. Esto se debe en
parte a las condiciones físicas y geográficas que incluyen montañas, llanuras,
redes fluviales, zonas húmedas y uno de los mayores sistemas de delta de Europa
(Delta del Danubio).
También, debido a la posición geográfica de Rumanía, la flora y la
fauna muestra influencias del norte de Asia, influencias mediterráneas
desde el sur y componentes continentales europeas desde el noroeste.
Por último, la estabilidad relativa de la población en los últimos
60 años, la falta de mecanización en el sector forestal y el desarrollo
económico reducido han determinado la explotación de recursos, inferiores que en
la mayoría de otras partes de Europa.
El resultado global consiste en la diversidad de flora y fauna,
entre ellas la existencia de las poblaciones de lobos, osos, rebecos y linces,
que se consideran entre las más grandes en Europa, así como la existencia de
extensos bosques y hábitats asociados de la cadena alpina intacta de las
montañas de los Cárpatos.
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