duminică, 24 iunie 2012

Transylvania




Transilvania, cuyo nombre deriva del latin "Ultra silvam", o "más allá del bosque", está situada en el centro de Rumania, rodeada por las montañas de los Cárpatos en el sureste y oeste. Transilvania se encuentra actualmente dividida en 10 condados, un área total de 96.837 kilometros cuadrados y cuenta con más de 4,5 millones habitantes.
A lo largo de la historia, además de rumanos, en Transilvania se establecieron húngaros, alemanes, armenios, hebreos, etc. Esta es la explicación de la arquitectura de Transilvania, un mosaico de estilos, representado hoy por edificios civiles, religiosos y militares que combina las características de las diferentes culturas y civilizaciones. Se puede admirar en Transilvania una amplia gama de visiones y estilos, que forman una fascinante mezcla rumana: gótico y neo-gótico, renacentista, barroco y elementos neo-bizantinos.
Para el viajero interesado en vestigios medievales bien conservados, Transilvania es sin duda un destino turístico cultural muy interesante. En este contexto, los establecimientos de los sajones, los campesinos y comerciantes que vivían en Transilvania entre los siglos XII y XX, dejaron señales inequívocas. Ellos fundaron las siete fortalezas medievales principales de Transilvania: Brasov, Sibiu, Sighisoara, Cluj-Napoca, Bistrita, Sebes y Medias.
Las murallas exteriores, las torres, los bastiones de defensa , los puentes, escaleras, calles estrechas, las plazas, los edificios públicos y residenciales, las iglesias, se construyeron con el fin de proteger a los residentes de la ciudad, de los asedios frecuentes de los tártaros y turcos en la Edad Media. Como un medio eficaz de defensa, que se encuentra en las aldeas, se utilizaban la fortificación de las iglesias en los pueblos sajones, fórmula arquitectural que ahora es considerada única en Europa.
A pesar que los sajones han utilizado técnicas similares en las ciudades medievales en todo el continente, alrededor de 200 iglesias campesinas fortificadas de estilo sajón, resistieron al tiempo y pueden ser visitadas en Transilvania, siendo totalmente diferentes a las demas . Esta rica diversidad se debe al lugar donde vivían los sajones, sino también al talento de los maestros constructores, del potencial económico, de las necesidades de defensa, y del buen gusto.
Por otra parte, los visitantes estarán encantados de descubrir que muchas de las iglesias ofrecen todavía servicios religiosos a los aldeanos.
Sin embargo, las huellas del pasado han sobrevivido, la belleza de los paisajes y los tesoros naturales de Transilvania se reflejan al viajero como una expresión única del espíritu del lugar, transmitiendo al turista la energía y la inspiración vital emanada de la gente de aquí.


duminică, 10 iunie 2012

Norte de Rumania-Bucovina


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Localizada en el borde norte de Rumania encontramos la región de Bucovina, parte de la antigua provincia de Moldavia, una región montañosa cuyos picos y bosques de haya y pino, abrigan inclinados valles. Durante un corto período de tiempo, entre 1522 y 1547, se extendió la construcción de iglesias, con frescos de una liberalidad y magnificencia inigualadas en ningún otro lugar. La pintura de murales religiosos se practicó extensamente en la iglesia ortodoxa para poderse mostrar a los fieles durante los días de festividades religiosas, pero es aquí, en Rumania donde este arte alcanzo su máxima expresión. Los monasterios pintados están recubiertos por el interior y por el exterior de frescos minuciosamente detallados cuyos colores aun se mantienen vivos y fuertes. Se han comparado con las alfombras persas o con joyas engarzadas en hierba y flores dentro de austeros recintos. Estos frescos han sobrevivido hasta hoy, aún a pesar del paso de los años, de guerras y de invasiones, del vandalismo por ideas y religiones rivales.

Durante siglos Rumania ha sido el centinela y primer puesto avanzado contra las hordas asiáticas que han barrido Europa. Desde la retirada de los romanos de Dacia en el 271 d.c, los conquistadores bárbaros cruzaron las estepas para realizar incursiones sobre Roma y Bizancio. Ningún gobierno unificado consiguió alzarse durante ese tiempo por encima de la anarquía. Mientras las invasiones Tártaras y Cumanas se sucedían sin cesar, dos reinos empezaron a tomar forma durante el siglo XIII: Moldavia y Valaquia. Dos reinos desiguales que se alzaron bajo el mando de sus líderes, que luchaban entre ellos o bien contra las hordas invasoras. Los habitantes de estos reinos se mantuvieron como agricultores y pastores, que en tiempos de guerra se refugiaban en las montañas para regresar a los llanos cuando volvía la paz.


Tras la caída de Constantinopla en 1453, el Imperio Otomano cruzó estas tierras hasta llegar a las puertas de Viena en 1683. Patriotismo y fe en su religión llevaron al líder de Moldavia, Esteban el Grande, a resistir las mareas islámicas durante su largo y glorioso reinado (1457-1504), pero tras su muerte la decadencia cayó en Moldavia, con intrigas y reclamaciones territoriales por parte de Polonia, Hungría, Austria y Turquía. En el verano del año 1538, Sulimán El Magnífico arrasó Moldavia en su camino hacia Hungría, y en 1541 instaló en el tronó al hijo de Esteban, Petru Rares. Durante el resto de siglo Moldavia sufrió en manos de gobernadores marionetas del imperio Otomano, quienes compraban sus derechos al trono. Aún así, mantuvo un grado de independencia que ayudó a alimentar el arte, llevando a una mezcla de arte bizantino, gótico y influencias italianas.

Bucovina es una región de lluvias continuas durante la primavera y el otoño, una tierra azotada por las ventiscas invernales. Los vientos violentos procedentes de las estepas han dañado el lado norte de las iglesias durante siglos, aún así, los frescos externos se preservan admirablemente bien. Durante un tiempo se pensó que esta permanencia era debida a su coloración, ya que los pigmentos de las plantas se mezclaban con yema de huevo, que al ser grasa les dota de cierta impermeabilidad. Estudios recientes han demostrado que los ricos colores usados son en verdad combinaciones armoniosas de unos pocos tonos derivados de pigmentos minerales. Ocre rojo extraído de las arcillas del óxido de hierro, rojo del óxido del plomo, azul del carbonato de cobre inestable y del Voronet del lapislázuli, verde del carbonato de cobre y amarillo ocre de las arcillas ricas en óxido hidratado de hierro. Estos pigmentos se mezclaban con el hollín negro del humo o el carbón de leña para contrarrestar la acción del dibujo en yeso. Se han identificado otras substancias, como vinagre, huevos, miel, etc. Se usaba la técnica clásica del fresco, pintando cerca de unos 4 metros cuadrados o más por día de trabajo. Los detalles eran añadidos al seco, en particular las caras y las inscripciones, algunas veces se agregaban hojas de oro.

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duminică, 3 iunie 2012

FOLKLORE Y ETNOGRAFÍA - Maramureş


maramures

Maramureş es la zona en la cual las tradiciones ancestrales, el traje popular y el arte antiguo se conservan como en ninguna parte; un país único por sus conexiones directas con el tiempo casi mítico donde los habitantes utilizan aún objetos domésticos que se ven, a otra parte, solamente en museos.


La espiritualidad de Maramures llega hasta nosotros bajo la forma de las impresionantes iglesias de madera, joyas del arte popular, con casi 70 metros de altura que parecen tocar el cielo y que reúnen alrededor, la vida de cada pueblo de Maramures.
maramures arte tradicional iglesias de madera
Hay 8 iglesias de madera incluidas en el patrimonio de la UNESCO. Las iglesias de madera de Budeşti Josani, Deseşti, Poienile Izei, Bârsana, y Ieud Deal se encuentran en el Maramures historico, las de Şurdeşti y Plopiş son situadas en el antiguo País de Chioar, mientras la Iglesia Sf. Arhangheli de Rogoz es situada en el País de Lăpuş.
encantos de maramures, el cementerio alegre de sapanta


El Cementerio Alegre del pueblo Sapânta es único en el mundo con sus cruces coloreadas, decoradas con ornamentos alegres y cortos poemas satíricos respecto a los enterrados aquí.



El Valle de Vaser es, a su vez, único por sus 50 Km de paisaje salvaje, las cascadas y túneles que se pueden cruzar en un pequeño tren con una locomotora a vapores.
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El universo del pueblo auténtico se revela a los turistas a través de la cerámica negra o pintada, las alfombras y los tejidos hechos a mano con técnicas complicadas y coloreados con tintes naturales, los trajes tradicionales con ornamentos florales bordados a mano así como las fiestas populares.


Reuniendo altas montañas, colinas y depresiones, más de 100 fuentes de aguas minerales, 62 terrenos de caza, ocho reservas naturales, una de las más importantes es la Reserva Natural Pietrosul Rodnei, Maramures encanta al viajero con sus bellezas y riquezas naturales y espirituales, un lugar mágico, es sin duda alguna, una los más pintorescos de la zona de Rumania, o incluso de Europa.

sâmbătă, 2 iunie 2012

La region de Dracula,Transilvania




Transilvania, cuyo nombre deriva del latin "Ultra silvam", o "más allá del bosque", está situada en el centro de Rumania, rodeada por las montañas de los Cárpatos en el sureste y oeste. Transilvania se encuentra actualmente dividida en 10 condados, un área total de 96.837 kilometros cuadrados y cuenta con más de 4,5 millones habitantes.
A lo largo de la historia, además de rumanos, en Transilvania se establecieron húngaros, alemanes, armenios, hebreos, etc. Esta es la explicación de la arquitectura de Transilvania, un mosaico de estilos, representado hoy por edificios civiles, religiosos y militares que combina las características de las diferentes culturas y civilizaciones. Se puede admirar en Transilvania una amplia gama de visiones y estilos, que forman una fascinante mezcla rumana: gótico y neo-gótico, renacentista, barroco y elementos neo-bizantinos.
Para el viajero interesado en vestigios medievales bien conservados, Transilvania es sin duda un destino turístico cultural muy interesante. En este contexto, los establecimientos de los sajones, los campesinos y comerciantes que vivían en Transilvania entre los siglos XII y XX, dejaron señales inequívocas. Ellos fundaron las siete fortalezas medievales principales de Transilvania: Brasov, Sibiu, Sighisoara, Cluj-Napoca, Bistrita, Sebes y Medias.
Las murallas exteriores, las torres, los bastiones de defensa , los puentes, escaleras, calles estrechas, las plazas, los edificios públicos y residenciales, las iglesias, se construyeron con el fin de proteger a los residentes de la ciudad, de los asedios frecuentes de los tártaros y turcos en la Edad Media. Como un medio eficaz de defensa, que se encuentra en las aldeas, se utilizaban la fortificación de las iglesias en los pueblos sajones, fórmula arquitectural que ahora es considerada única en Europa.
A pesar que los sajones han utilizado técnicas similares en las ciudades medievales en todo el continente, alrededor de 200 iglesias campesinas fortificadas de estilo sajón, resistieron al tiempo y pueden ser visitadas en Transilvania, siendo totalmente diferentes a las demas . Esta rica diversidad se debe al lugar donde vivían los sajones, sino también al talento de los maestros constructores, del potencial económico, de las necesidades de defensa, y del buen gusto.
Por otra parte, los visitantes estarán encantados de descubrir que muchas de las iglesias ofrecen todavía servicios religiosos a los aldeanos.
Sin embargo, las huellas del pasado han sobrevivido, la belleza de los paisajes y los tesoros naturales de Transilvania se reflejan al viajero como una expresión única del espíritu del lugar, transmitiendo al turista la energía y la inspiración vital emanada de la gente de aquí.