Transilvania, cuyo nombre deriva del latin "Ultra silvam",
o "más allá del bosque", está situada en el centro de Rumania, rodeada por las
montañas de los Cárpatos en el sureste y oeste. Transilvania se encuentra
actualmente dividida en 10 condados, un área total de 96.837 kilometros
cuadrados y cuenta con más de 4,5 millones habitantes.
A lo largo de la historia, además de rumanos, en
Transilvania se establecieron húngaros, alemanes, armenios, hebreos, etc. Esta
es la explicación de la arquitectura de Transilvania, un mosaico de estilos,
representado hoy por edificios civiles, religiosos y militares que combina las
características de las diferentes culturas y civilizaciones. Se puede admirar en
Transilvania una amplia gama de visiones y estilos, que forman una fascinante
mezcla rumana: gótico y neo-gótico, renacentista, barroco y elementos
neo-bizantinos.
Para el viajero interesado en vestigios medievales bien
conservados, Transilvania es sin duda un destino turístico cultural muy
interesante. En este contexto, los establecimientos de los sajones, los
campesinos y comerciantes que vivían en Transilvania entre los siglos XII y XX,
dejaron señales inequívocas. Ellos fundaron las siete fortalezas medievales
principales de Transilvania: Brasov, Sibiu, Sighisoara, Cluj-Napoca, Bistrita,
Sebes y Medias.
Las murallas exteriores, las torres, los bastiones de
defensa , los puentes, escaleras, calles estrechas, las plazas, los edificios
públicos y residenciales, las iglesias, se construyeron con el fin de proteger a
los residentes de la ciudad, de los asedios frecuentes de los tártaros y turcos
en la Edad Media. Como un medio eficaz de defensa, que se encuentra en las
aldeas, se utilizaban la fortificación de las iglesias en los pueblos sajones,
fórmula arquitectural que ahora es considerada única en Europa.
A pesar que los sajones han utilizado técnicas similares en
las ciudades medievales en todo el continente, alrededor de 200 iglesias
campesinas fortificadas de estilo sajón, resistieron al tiempo y pueden ser
visitadas en Transilvania, siendo totalmente diferentes a las demas . Esta rica
diversidad se debe al lugar donde vivían los sajones, sino también al talento de
los maestros constructores, del potencial económico, de las necesidades de
defensa, y del buen gusto.
Por otra parte, los visitantes estarán encantados de
descubrir que muchas de las iglesias ofrecen todavía servicios religiosos a los
aldeanos.
Sin embargo, las huellas del pasado han sobrevivido, la
belleza de los paisajes y los tesoros naturales de Transilvania se reflejan al
viajero como una expresión única del espíritu del lugar, transmitiendo al
turista la energía y la inspiración vital emanada de la gente de aquí.